«En algún lugar de las profundidades de mi estúpida alma, alimento una presuntuosa idea: algún día, quizás algún día, algo brillante y hermoso sea arrancado de toda esta miseria. Como una pequeña, pequeña perla de una grande, negra, fea cáscara de mejillón. Y si algo hermoso llegara a venir de mí, entonces habré respondido a mi vocación en la vida...»
|
miércoles, 25 de marzo de 2009
Una pequeña, pequeña perla...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario