El viejo, al que conocemos desde el primer corto, está un poco aburrido con la proyección, probablemente porque es sordo y no se entera de todo lo que la protagonista dice, aunque huele Bris y queda encantado; pero finalmente la actriz se patina y -por el efecto tridimensional- cae en brazos del viejo, quien no sólo se alegra, sino que además se entera de primera mano de las enormes ventajas de usar Bris, que
dödan bakterierna, alltså: inga bakteier, ingen lukt!
mata las bacterias; y entonces: no hay bacterias, no hay olor
Cast: John Botvid (el viejo espectador); Marion Sundh (mujer en la ducha)
Marion Sundh tuvo una cortísima carrera, al menos en películas, tal como registra la Imdb, y ninguna con Bergman.
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