No he visto, naturalmente, obras de teatro en el teatro, sino sólo las que se llaman "teatro-tv", y que prefiero incluirlas en filmes para TV, aunque hay una pequeña diferencia entre los dos géneros, que cuando sea ocasión podremos explorar un poco.
No he visto las pelis en ningún orden en particular, más bien de modo un poco azaroso. Comencé a los 14/15 años cuando papá me llevó al Cosmos70 (uno de los cines de arte de Buenos Aires) a ver El Séptimo Sello. Luego vino la andanada de lo que daban continuamente en el Cosmos y en la Hebraica. Diré mi impresión con palabras del propio Bergman: veía sus películas sin descanso, la mayoría de las veces sin entender, pero era sensible a los acentos.
El séptimo sello, La fuente de la doncella. Un verano con Mónica, Como en un espejo (Detrás de un vidrio oscuro, en Buenos Aires), Luz de invierno (Los comulgantes, en España), Juegos de verano (Juventud divino tesoro, en Buenos Aires)... y vuelta, no en el mismo orden, pero sí las mismas. Ésas eran las fijas del Cosmos, la "sección blanco y negro" de Bergman, cuya distribución tenía la rusa "ArtKino Pictures", así que siempre iba precedida de algún corto mudo de difusión ideológica producido tras la cortina de hierro; la "sección color" la veía en Hebraica, aunque con menos asiduidad que la incesante repetición de títulos que devoraba en el Cosmos: Cara a cara (de aquella época la recuerdo en nebulosa, luego la vi varias veces, pero ya no era tan chico y receptivo, claro), Secretos de la vida conyugal, La flauta mágica (que la vi 10 veces sólo en los 15 días que duró la temporada de estreno, y a lo largo de la vida muchísimas veces más), El huevo de la serpiente, que la vi en el estreno, y no la pude volver a ver por mucho tiempo, pero me había dejado prendado; De la vida de las marionetas me causó -a los 17/18 años que tenía cuando se estrenó- una hondísima impresión, y no la pude volver a ver en años.
Para la grande, Fanny y Alexander, y las pocas que siguieron, yo ya estaba más formado, lo que es también más intelectualizado y mediatizado. Mejor y peor, como siempre. ¿Qué pasaría en el espíritu de un chico de 14 años si en vez de entrar por El séptimo sello entra por Fanny y Alexander? hoy es posible, y pienso que sería un pórtico asombrosamente grande, aunque quizás tanto que resulte un poco aniquilador. Lástima que no nos bañamos dos veces en un mismo río, ni entramos dos veces en la obra de un grande.
A los 16/17 años tenía visto mucho, y varias veces (contando sólo Bergman, además de los otros autores preferidos también, Fellini y Visconti principalmente). Fueron tres o cuatro años intensísimos en el encuentro con Bergman, y sin embargo recuerdo después de esta época un artículo sobre Bergman en la revista Criterio, donde traía una lista filmográfica -nada exhaustiva- en la que marqué lo visto y no visto... y quedé decepcionado de lo "poco" que había podido ver.
Toda la primera etapa, desde la primera, Crisis, hasta Till Glädje (maltraducida como Hacia la felicidad, ver luego), de 1950, recién la pude ver en estos últimos años. Algunas se consiguen comercialmente, otras por internet, pero en conjunto en la actualidad está todo disponible. Algunas de esas películas son realmente estupendas, aunque agradezco no haber entrado a Bergman por ninguna de ellas, porque de seguro que no hubiera percibido lo que luego significaría su obra.
El arte no es progresivo; los que progresamos somos nosotros, pero las obras más bien funcionan de manera envolvente: Es más probable que alguien sin formación "comprenda" (es decir: acoja) la belleza de una gran obra que de una pequeña. Las dificultades llegan después, y si la obra nos sedujo, encontraremos el modo de sortearlas. En cambio las pequeñas obras no son menores en dificultad para el público no formado, y carecen del poder de seducción de las grandes.
Hace poco tiempo hice una lista exhaustiva de obras de y sobre Bergman para ir tachando lo que tengo o consigo, y aproveché a poner en las primeras películas la impresión que me causaron. En los comentarios que siguen volcaré esa pequeña impresión, y si es necesario, la desarrollaré un poco más. También pondré lo que consiga de textos de Ingmar Bergman que hablen del título en concreto. Por su propia índole estas notas acerca de los filmes son inacabados e inacabables, e iré tratando de dejar puesta la fecha de última actualización para que se sepa si ha sido leído o no. Deseo también que cada título se nutra de otras impresiones y recuerdos, para lo que están los comentarios.
Las fichas técnicas las tomo de la Imdb confrontándolas con los datos de la IB Foundation, de donde suelen provenir también la reproducción de los carteles originales, y muchos otros datos y anécdotas, en mi propia síntesis.